¿HOLA, QUE TAL?

Hola amigos,
Si quereis que cuelgue en mi blog alguna cosa que considereis interesante, algún escrito, poema, foto, noticia, etc....,
podeis mandarmela a esta dirección:
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Por descontado que antes tendré que darle mi visto bueno, ya que no quiero faltas de respeto ni críticas a segundos o terceros en mi blog.
Un besooooooooooooooooo...
muaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaacks

Si existiera... me gustaria vivir aquí...

Macaco.

Amy Macdonald.

Ismael'lo.

UB40

miércoles, 11 de marzo de 2009

Entrevista a Francisco Ruiz.


Francisco Ruiz, ingeniero aeronáutico y novelista
VÍCTOR-M. AMELA - 02/02/2008 LA VANGUARDIA

Tengo 47 años. Nací en Madrid y vivo en Illinois.
Soy ingeniero aeronáutico, profesor de ingeniería mecánica y aeroespacial en el Instituto Tecnológico de Illinois.
Estoy soltero y sin hijos.
Soy de izquierdas en lo económico y de derechas en lo demás.
Soy católico practicante

¿Diseña cosas que vuelan?
Ayudo a que vuelen bien.
Y usted ¿vuela?
Me encanta volar en ultraligeros. Es una de mis dos mayores aficiones.
¿Cuál es la otra?
Los videojuegos. Juego mucho. Creo que los videojuegos son un nuevo arte.
¿Cuantos tiene?
Tengo en casa 50.000 videojuegos. Los ha habido muy efímeros, quizá nadie ya los tenga, pero yo los conservo. ¡Lo mío es casi un museo del videojuego!
¿Cuál es su favorito?
La serie Civilización. Es fabulosa, con sus escenarios históricos... Te enseña a dirigir un imperio. ¡Yo ya podría dirigir bien cualquier imperio!
Pues que Hillary u Obama jueguen...
Por cierto, en Civilización III faltaba el imperio español, y propuse unas modificaciones que la versión oficial ha incorporado...
Hasta jugando es ingeniero…
Tuve desde niño pasión por inventar. Mi primer cohete lo monté en la cocina de mi madre a los ocho años. Era eléctrico.
¿Voló?
Estalló en un fogonazo, fundió los plomos y dejó una mancha negra en la cocina. Pero no me desanimé. De hecho, no era mi primer invento.
¿Cuál fue el primero?
Un lanzallamas de juguete: acoplé un mechero a una pistola de agua cargada de gasolina...
¡Niños: no lo hagáis! Pobre mamá…
"¡Qué listo es mi hijo!", decía ella. Siempre me ha respaldado. Le apenó mucho que me largase a Estados Unidos…
¿Por qué se fue?
Afán de aventura. Recién salido de la facultad, vi pocas posibilidades de colocación aquí, y me fui allí a hacer un doctorado, me sentí muy bien acogido y ya me quedé.
¿Qué tienen allí que no tengamos aquí?
Son codiciosos, pero son muy, muy, sinceros, sin envidia y sin doblez. Se trabaja bien.
¿Inventar en España es más difícil?
Tenemos talento, somos muy artistas ¡e inventar es también un arte! Pero aquí la gente ve al inventor como a un tío raro de bata blanca. ¡Allí lo ven como a un héroe, un semidiós, como a Edison!
¿Ha inventado usted más cosas?
Un sistema de televisión en relieve, mediante una pantalla lenticular, sin necesidad de gafas de colores ni nada. Pero habría que perfeccionarlo, porque provoca dolor de cabeza demasiado rápido…
¿No tiene algo más práctico?
He intentado varias máquinas de movimiento perpetuo.
¿Qué es eso?
Un mecanismo imposible, según la segunda ley de la termodinámica: extraería sin desgaste energía útil de la nada o del medio.
Pues si es imposible...
Pero la gracia está en proponer esas máquinas para entender por qué no funcionan. Yo lo intento con una basada en hologramas.
Sigo sin verle la utilidad.
Tengo a punto un invento útil: es una camilla que salvará la vida a los infartados.
Explíqueme esto.
Hace poco murió ante mis ojos un amigo, fulminado por un infarto... Este suceso me consternó. Y hace poco los científicos han descubierto algo que aplicaré a mi invento.
¿El qué?
Han detenido el corazón de un ratón, le han aplicado una vibración de dos hercios… ¡y ha vuelto a latir! Una vibración en sentido de cabeza a rabo, de dos ciclos por segundo.
¿Puede aplicarse esto a personas?
Yo diseñé la cama vibratoria para el ratón. Y ahora quiero diseñar una camilla así para personas, aunque la frecuencia deberá ser de un hercio, un ciclo por segundo.
¿Se hubiera salvado su amigo así?
Quién sabe… Aún hay que experimentar, y nadie se presta a que le detengan el corazón para probar la camilla...
¿Tiene muchos amigos inventores?
Sí. Mi amigo Gene Wolfe ha inventado la máquina de hacer las patatas Pringles.
¿Sería posible una máquina del tiempo con la que visitar el pasado?
No, pues tiempo y entropía van en una misma dirección: ¡no puedes rejuvenecer!
¿Y viajar al futuro?
¡Lo estamos haciendo ahora mismo!
Me refiero a asistir a lo que pasará dentro de... un minuto.
En tal caso, te levantarás para ir al baño..., y te verás volviendo ya del baño.
¿He orinado ya o aún no?
Novélelo usted mismo. A la máquina del tiempo de mis novelas la denomino cronóstato. ¿Y si Leonardo Da Vinci fue un viajero del futuro?
Sugerente.
Igual un día aparece por ahí un escrito de Leonardo explicándolo… ¡Es divertido fabular sobre cosas así! ¿Y si Nostradamus venía también del futuro?
Y se puso a largar, el muy bocazas.
¿Y los Reyes Magos en el portal de Belén? Quizá si en Belén no había alojamiento era porque estaba lleno de visitantes del futuro, y por eso María tuvo que parir por ahí…
¿Y usted? ¿Viene del futuro?
¿Y si me he dado un golpe en la cabeza y no me acuerdo?
¿Algún inventito más?
Un idioma, el tristano.
Dígame algo en tristano.
¡Sas tago tre bela! ¡Qué día tan bonito!
"¿Y si Leonardo llegó del futuro?"
Un cuento

H. G. Wells fue miembro del Royal College of Science y ha pasado a la historia como genial fabulador. Salvando las distancias, Francisco Ruiz (ruiz@ iit. edu) es un científico que escribe ficciones para jóvenes con el seudónimo de P. R. Gómez (Los guardianes del pasado, Destino), firma que es "un homenaje" a su madre, que padeció sus primeros inventos de niño. Sus amigos científicos estadounidenses hacen como él: escriben novelas, fantasías científicas. De hecho, cada especulación científica o cada invento, ¿no es también un relato fabuloso, cristalizado en una fórmula o un dispositivo? Le pregunto qué regalo le llevaría al Niño Jesús si viajase al portal de Belén: "Le contaría un cuento".

Bájame la Luna...